Sabemos que quien lo impuso como básico en el armario de las mujeres fue Coco Chanel pero… ¿qué papel desempeñaba antes el vestido negro?
La historia no fue siempre la misma. Aún en los años 20, era mal visto que una joven vistiera de negro para una ocasión que no fuera un funeral. Las damas de buena familia debían vestir con colores claros, más caros y difíciles de conseguir, pues el negro se reservaba para las ocasiones de luto. Además, este color lo vestía en días normales sólo los sirvientes de las familias adineradas, pues era más difícil de manchar y mucho más fácil de lavar.
Fue Coco Chanel, la que notó por primera vez el potencial de una prenda que era relegada al olvido. Hartas de códigos de vestimenta que sobre todo eran incómodos, las mujeres del mundo empezaron a portar estos vestidos después de que Coco utilizara uno de sus vestidos para asistir al teatro.
Rodeada de mujeres envueltas en gigantes vestidos en tonos pastel y cabezas adornadas con sendos tocados gigantes, Coco lució un diseño que dejaba al descubierto los tobillos que resaltaba, sobre todo, aquel color prohibido. En 1926 apareció por primera vez en la edición estadunidense de la revista Vogue un boceto firmado por Coco Chanel de un little black dress.
Influenciadas por el acto de rebeldía de la mítica diseñadora, mujeres de todo el mundo comenzaron a vestirlo, hartas de la opresión que representaban sus prendas. Además, eran baratos y bastaba con tener uno de lana para el día y otro de terciopelo o encaje para las veladas.
Christian Dior afirmó años después: "Puedes llevar negro a cualquier hora del día o de la noche, a cualquier edad y en cualquier ocasión. Un vestido negro es la cosa más esencial en el armario de una mujer", decretando así la regla que todas debemos conocer.
Audrey Hepburn terminó de inmortalizar la prenda cuando lució un vestido negro de Hubert de Givenchy frente al escaparate de diamantes en la película Breakfast at Tiffany's.
Tomado de la Web.
Yorumlar