La principal característica del slow fashion es que no se produce a granel. También se hace con énfasis en las habilidades del artesano. Las materias primas se obtienen en lo posible localmente y, dado que el producto está hecho a mano y la calidad se controla en cada paso, encarece el producto.
La moda lenta (slow fashion) es ética y sirve como vínculo entre las materias primas, la mano de obra y el medio ambiente. Los diseños clásicos y los métodos tradicionales de elaboración de un tejido y de la confección forman parte de ello. La moda lenta no es estacional. No funciona como una tendencia; sino que toma su tiempo en preparación y producción, y tiene un propósito con intención. Este enfoque holístico considera el ciclo de vida completo del producto. Los productos de moda lenta no son desechables. Estos son sostenibles y están destinados a servir durante un largo período. Suelen estar disponibles en tiendas pequeñas y no en grandes puntos de venta al por menor y tienen colecciones limitadas cada año.
Las personas tienen la opción de comprar cosas de mejor calidad, en su mayoría naturales, orgánicas, de edición limitada y biodegradables. Es el resultado de la conciencia causada por los efectos nocivos de la moda rápida. El punto focal de la moda lenta es la sostenibilidad. Los beneficios son productos de calidad superior con un medio ambiente limpio y políticas justas para consumidores y productores. El concepto de moda lenta pone énfasis en la calidad sobre la cantidad. Las huellas de carbono son más altas en la moda rápida. La calidad y la longevidad, los salarios justos y el desperdicio cero fomentan la producción lenta. Se necesita tiempo para garantizar la calidad, el valor de la producción y la conexión con el medio ambiente. Trabajo justo, satisfacción de las necesidades humanas, apoyo a las empresas locales, cadena de suministro ecológica, precio minorista real, ingenio,
Proceso del Slow Fashion
Comienza con el diseño, que se realiza teniendo en cuenta las preocupaciones relacionadas con la sostenibilidad y la ecología, y las materias primas se obtienen en función de eso. El segundo paso es el proceso de producción, donde la calidad del trabajo, salarios justos y calidad de vida, conciencia de calidad, insistir en el reciclaje y la reutilización son la clave.
El slow fashion se expresa como una filosofía a través de la cual se cuestiona a un consumidor sobre cómo compra, viste y cuida su ropa. No es una tendencia, sino que se basa en preocupaciones ambientales y éticas. Los procedimientos son transparentes y los consumidores llegan a saber quién hizo la ropa, cuál es su precio y si la mano de obra recibió un salario justo.
Dichos productos dan un sentido de pertenencia a los consumidores. Se siente un alma dentro de la tela que es la energía, el amor y la artesanía del trabajador.
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